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LIBROS >> Arte y Humanidades >> Historia
Cultura política en Occidente. Arte, Religión y Ciencia. Tomo IV. Hacia la Primera Guerra Mundial (1880-1914)
Letamendia Belzunce, Francisco
.9788413194479
Ikertuz
Materia: Historia de Europa y América
Páginas: 622
Fecha de edición: 2022
ISBN/ISSN: 978-84-1319-447-9
Idioma: Castellano
Tipo de edición: Rústica

Precio c/IVA:
26,00 €
Cantidad:  
A fines del siglo XIX la voracidad capitalista del Estado-nación occidental se proyectó hacia dentro, amalgamando sus partes en el espejismo de una gran nación en la que comulgarían magnates y desposeídos. Pero también proyectó su fuerza expansiva hacia todo el mundo no occidental, al que colonizó. Al mismo tiempo atizó las llamas de dos colosales conflictos: el derivado de la agresión colonial, y el que enfrentó sangrientamente a principios del siglo XX a las potencias por apropiarse de toda la rapiña.

Los capitalismos de Estado dirigieron sus esfuerzos a convencer a sus masas desposeídas de que ese giro les traería gloria fuera y bienestar en casa. Con ello se atizaron otros macro-conflictos entre los poderes coloniales europeos por conquistar la hegemonía, a los que pronto se sumaron los Estados Unidos.

En el terreno artístico, el impresionismo hizo explotar en sus lienzos tanto el color y la luz variable de la naturaleza como la "joie de vivre" de la gente común en un arte influido por lo instantáneo: la fotografía y la escuela del "ukiyo-e" japonés. Algo más tarde, las nuevas artes, con Picasso como vanguardia rompedora del cubismo –y tras él, el expresionismo, el simbolismo, el surrealismo, el arte abstracto–, pusieron en duda, inspiradas sin saberlo por Plank, Einstein o Rutherford, que la escultura y la pintura hubieran reproducido anteriormente la naturaleza y el mundo tal como eran en realidad. La literatura se hizo eco de las nuevas concepciones científicas del espacio-tiempo: véanse las interminables sensaciones que la degustación de una magdalena provocaba en Proust, la angustia que el alejamiento y acercamiento ahogaba a los sucesivos K de Kafka, o el collage de situaciones y personas en las descripciones de James Joyce.

La filosofía profundizó en territorios antes ignorados con Marx, Nietzsche y Freud. Karl Marx fue el primer filósofo en desentrañar el modo de producción capitalista donde «todo se desvanecía en el aire», y teorizó la relevancia de la praxis revolucionaria, la que, en un futuro, acabaría con la opresión y la explotación de clase. Nietzsche, que tras vivir en la miseria murió en la soledad y la angustia, puso en circulación filosofías inéditas como la naturaleza circular de las vidas humanas, condenadas a repetir todas sus vivencias en un eterno retorno. También detalló la distinción entre águilas y corderos, metáfora que presuponía el anti-igualitarismo. El médico vienés Sigmund Freud nos llevó a simas del pensamiento a las que nadie antes había osado descender. Profundizó en la diferencia entre lo consciente y lo inconsciente a fin de curar las enfermedades psíquicas fruto del desequilibrio entre los niveles desconocidos del id, ego, y súper-yo, e interpretó la cultura social a la luz de la relación entre estos tres niveles.
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